blog del programa que se emite en vivo

de lunes a viernes de 18 a 19.30 horas por FM Impacto 95.5 en Villa Gesell, y por internet a través de www.impactoengesell.com.ar

¿quien te parece que tendrá más posibilidades en las próximas elecciones?

miércoles, 21 de julio de 2010

Seguimos sin aire.

Por problemas ajenos a la producción del programa Proyección 2011, seguimos sin poder salir al aire por FM IMPACTO 95.5 de la Ciudad de Villa Gesell, pido disculpas a todos los oyentes de nuestro programa, y al no saber a ciencia cierta cuándo será posible hacerlo, y es más, si se producirá el retorno, sirva esta entrega como paliativo. La misma iba a estar destinada como editorial del día viernes 16 próximo pasado.

Eduardo Stivale


Las desgracias que le suceden a alguien no llegan de cualquier parte. Lo más probable es que vengan de personas o lugares frecuentados antes. No se corren riesgos inverosímiles, no se cometen errores imposibles.

En el drama de la extracción de arena también hay muchas cuestiones culturalmente interesantes. ¿Cómo transcurren los negocios en el interior de un imperio económico, sólo reservado para unos pocos, una vez que alguien ha roto el secreto tradicional y los hijos de los mentores de esta asociación ilícita no aceptan que a alguien se le haya ocurrido divulgar que a la arena no sólo la transporta el viento?.. Esa fue su equivocación. Y su error, que "estaba para más". El golpe ha sido terrible. La pared que le tiraron delante lo ha hecho detener, argumento suficiente para retirarse del mundo. Pero, por el contrario: un impulso lo lleva a buscar, en una nueva oportunidad que se le presente, un segundo aire. Dicen que no se puede ser demasiado auténtico. No es creíble en el sistema que impera. Todo habría podido transcurrir como hasta ahora, de modo más o menos pacífico si la mirada no se posaba en la arena voladora.

Nadie pidió una investigación. Nadie antes se atrevió a suponer que la arena era un negocio y que estaba reservado a unos pocos. Alguien abomina el surgimiento de voces que molestan en todas partes. Abran paso a nuevas voces, pero que no vengan acompañadas por relatos intrigantes de arenas voladoras, porque a la arena sólo se la lleva el viento.

Cuando las voces de la radio encarnan en personajes, en historias, se produce un encantamiento en el oyente, y éste participa sólo oyendo. En cambio, cuando esas mismas voces le relatan lo que sucede alrededor, deja de oír para empezar a atender. Algo que desde hace años es tan corriente como lo es hoy, encender la radio para endulzar el oído, pareciera que cambió su propósito. De repente el oyente se dio cuenta que podía dejar de ser sólo un oyente, un actor pasivo, para poco a poco ir tomando un rol más protagónico. Alguien que lo escuche. Primero su familia y sus amigos, los que seguramente reconocerían su voz. Luego, algunos otros oyentes. Con el transcurrir de los llamados se iría animando a expresar todo eso que la sociedad callaba y que las autoridades que se van turnando en el poder no están dispuestas a atender.

Indudablemente es mucho más práctico tomar el teléfono y llamar a la radio, que dirigirse a una dependencia para escuchar: “…mire está en reunión, vuelva otro día, hoy no lo va a poder atender”.

Un ciclo radial de hoy en día trae cada semana esa magia: la posibilidad de expresar lo que nos pasa y lo que le pasa a nuestra ciudad, contrariando a aquellos que invierten importantes sumas de dinero en anuncios de acciones, que de por sí son deberes y no tendrían por qué ser publicitadas. Es como si los ciudadanos saliéramos a publicitar por todos lados que hoy no cometimos ningún delito. Es nuestro deber no cometer delitos. Pero por otro lado, seguramente hay otro tipo de oyente, aquél que sabe las novedades, aquél que realmente sabe lo que pasa, y quiere escuchar cómo el locutor o el periodista transmite la noticia o la novedad.

Creo que hace poco comenté la rara habilidad que poseen algunos profesionales de los medios para dejar escuchar, justo pero justo, lo que los televidentes y oyentes quieren oír.

Pasa que algunas veces pueden ocurrir hechos que involucren intereses de terceros, terceros que estaban acostumbrados a que no se hicieran públicas actividades que para el ciudadano común, el vecino, pasaban desapercibidas.

Voy a buscar un ejemplo muy simple. ¿Quién, años atrás no cometió una infracción de tránsito en Villa Gesell? Pocos habitantes, …pocos autos, …poco control, no pasaba nada…

Hoy, esa ecuación ha cambiado. Creció la ciudad, creció el parque automotor, creció el riesgo de un accidente ocasionado por alguna infracción de tránsito. Entonces está bien que haya más control, y que las autoridades sancionen a quien transgreda una norma de tránsito, porque es por el bien de toda la comunidad.

¿Es más infracción conducir sin casco una moto que extraer arena de la playa?

No, es tan infracción una como la otra. Las consecuencias son distintas. Sin embargo, es muy común observar motociclistas detenidos por agentes de tránsito, pero imposible

encontrar un conductor de un camión que transporte arena que sea demorado.

Semejante introducción viene a colación de los comentarios y definiciones por parte de

varios geselinos, con más antigüedad que yo en la ciudad, con respecto a cómo he desarrollado el tema del emprendimiento inmobiliario, y consecuentemente los movimientos de arena dentro del partido de Villa Gesell.

Puede ser que no haya cuidado las formas y que mi discurso sea demasiado exacerbado.

Mentiría sí dijera que es un defecto que voy a tratar de corregir. Me lo han sugerido varias veces (hasta mi sufrida mujer) y se me hace imposible. Indudablemente se me suelta la cadena, a lo mejor si hubiera empezado más joven en esto, lo hubiera ido corrigiendo. Hoy es imposible porque forma parte de mi carácter. Tendré que reflexionar y analizar si por expresarme de esta forma perjudico la moral de alguien, de ser así tendré que dar un paso al costado.

Quiero aclarar que la radio no es mi medio de vida, eso no quita que le dedique toda mi energía y fervor a esta tarea. Debo mantener mis tareas laborales para poder seguir manteniendo a mi familia y hacerme tiempo para preparar un programa diario, que a mí me lleva varias horas. Atender las consecuencias de haberme convertido en un vecino con micrófono, ya sea corroborando denuncias, atendiendo la parte comercial o simplemente concurrir a una cita de algún oyente que está interesado en contarme algo personalmente o entregarme un documento que para él es importante. Esto no me hace ni bueno ni malo. Sí les puedo asegurar que he aprendido a respetar esta pasión que significa comunicarme con buena parte de la sociedad geselina, y con algunos oyentes a distancia, por la maravilla que significa Internet.

Un año y dos meses de permanencia en el aire en forma ininterrumpida de Proyección 2011 en la más importante emisora de la zona para mí constituye un verdadero récord.

La intención no ha sido reunir lauros importantísimos, sino sacudir la modorra de los vecinos y tratar de ser más participativos y solidarios, y llegar a esos lugares donde el estado a veces no llega y ser útil a sectores de la comunidad que lo requieran.

Con todo esto quiero decirles que me hubiera sido imposible desarrollar semejante esfuerzo para venir a decir mentiras. Podré ser ineficaz, podré ser un audaz, seguramente no tengo los conocimientos necesarios para desarrollar algunos temas y por eso los evito, y seguramente no tengo los recursos profesionales para ser un entrevistador, por eso no invito a toda la gente que a lo mejor podría visitar este programa. Suelo ser antipático para algunos integrantes de la política local, porque soy frontal. Jamás me habían tratado de mentiroso, como tampoco me han acusado de ocultar información. La pregunta que me hecho desde ayer por la tarde es: aquellos que dicen que miento, ¿a quién suponen ellos que beneficio?

Se me ha achacado varias veces ser antioficialista o antierneta. Seguramente, si hubiera empezado antes del 2006 me hubieran dicho que era antibaldista. Si denunciar lo que está mal es ser anti, seré anti. Pero volvería a preguntar ¿a quién creen que beneficio?

Jamás han respondido a mis llamados desde el oficialismo, seguramente por el cortocircuito con Impacto. La oposición me hace llegar continuamente gacetillas, las que muy pocas veces reproduzco. Con los periodistas que he tenido relación, siempre ha sido con un trato cordial y amable, aunque como en toda actividad debe existir algún recelo cuando cae un sapo de otro pozo y encima sin ningún pergamino. Con el empresario local, el comerciante, he tenido esporádicos encuentros para poder entender, cómo hacen para manejarse en una ciudad donde se trabaja a pleno solamente 45 días.

Y ahí es donde me parece que está el secreto de todas las intrigas que se puedan tejer en nuestra ciudad. No hay comerciante en el mundo que pueda sostenerse trabajando solamente 45 días en el año sin tener que recurrir al amiguismo, a alguna prebenda, o a alguna ventaja ante tanta presión impositiva y requisitos para presentar su empresa o comercio para que esté acorde a una ciudad balnearia 5 estrellas.

No soy quién para realizar un análisis de la conformación de la sociedad geselina, pero para mis adentros a veces pienso que está dividida en clases.

¿La identidad de la ciudad, esa a la que suelo recurrir frecuentemente, quién la conformó? A esa identidad, ¿podríamos llamarla materialismo cultural? ¿hubo una combinación en la formación de instituciones sociales y los medios de producción en el mismo sentido?

Este programa en su corto período de vida tiene partidarios tenaces y empieza a tener críticos feroces. Debe ser lógico, lo que no es lógico es que me traten de mentiroso, no tengo por qué mentir.

En nuestra ciudad ocurren cosas que condicionan decisivamente la vida de los vecinos, aunque los afectados no sean conscientes de ello.

Los que nos damos cuenta, los que tomamos conciencia, ¿nos debemos callar, la debemos dejar pasar…?

…Y se me ocurre que está dividida en clases por lo que suelo decir a veces, y vuelvo a preguntar ¿existen derechos reservados para apellidos célebres, para pioneros, para comerciantes ilustres, para vecinos que le sonríen al poder de turno? ¿…y el resto?

Ese que tiene que esperar 30 días por un turno en el hospital, ese que antes de invertir en muebles nuevos tuvo que hacerlo en rejas para que no le entren por la ventana, ese que es rehén de funcionarios inescrupulosos, ese que no sabe cómo hacer para pagar la cuota de la escuela de sus hijos, ese que creyó en los anuncios…? Capaz que hubo una época con un sistema hereditario de beneficios por haber participado del crecimiento de una ciudad muy joven. Pero junto con esa época se terminó también la solidaridad y la transparencia que marcaron nuestros mayores.

Capaz que la verdad duele, por eso me tildan de mentiroso, las advertencias de especialistas y estudiosos en el pasado no fueron escuchadas, se privilegiaron intereses económicos y se comprometió el futuro. El futuro es hoy, la polémica es la misma. ¿A quién habrán acusado de mentiroso en el pasado?


2 comentarios:

Anónimo dijo...

cxv

Anónimo dijo...

Que buen programa don Espinfale.
Lo escucho todas las tardes desde mi casita en San Isidro.Ahora que estoy pasando unos dias aqui, me gustaria conocerlo personalemnte,derepente ir a los estudios d ela emisora y compartir un aperitivo.
Usted sabe que el camino de la era,es conocido por mis pagos, le cuento, hasta hace tres años se construia con arena de rio, muy cara comparada con la arena de mar.En los corralones de materiales de Capital Federal y Gran Buenos Aires ofrecen ¨arena de la costa¨ muy barata, algo asi como $ 50 x m3.Una Ganga
Usted que es periodista ya tiene una pista.
Bueno lo saludo a usted y en su persona a todo su equipo.Gente como usted es muy necesaria para esta sociedad.¨No se muera nunca don Espinfale¨.
Slds

Dr. Francisco Bongiocorno