Los vecinos, sobre todo los jóvenes, llamados nuevamente a elegir representantes, esperamos que los vencedores junto con los vencidos reconstruyan un HCD mejor reglamentado, más ético y más solidario.
El 29 de Junio, los contendientes deberán ya despojarse de sus ropas de combate para tratar de aportar una respuesta conjunta a la crisis de representatividad que sentimos los vecinos.
Desde hace un tiempo, vengo insistiendo con la idea de que la cooperación no es una opción, sino una necesidad. He estado pidiendo a funcionarios y candidatos que se unan para aportar a la crisis una respuesta coordinada y concertada, dejando de lado colores partidarios y poniéndose a disposición del pueblo a través de una ambiciosa reforma del sistema de control de gobierno. Traten de despertar, de escucharnos, la enseñanza que les tiene que dejar el resultado de éstas y otras elecciones pasadas es que, lo que se espera de Uds. es que hagan una reforma del sistema participativo, que aceleren su forma de trabajar, que sean dinámicos, que reconstruyan un reglamento más ético y más solidario.
Esta crisis no es del oficialismo ni es de la oposición. Es de todos, es la crisis de un sistema obsoleto para una ciudad que ha crecido demasiado rápido, es la crisis de un sistema que se aleja de los valores más esenciales que una sociedad debe poseer.
Sentimos la necesidad de una reactivación coordinada y concertada, el rechazo de una acción de gobierno que enriquece a unos pocos, y hace creer a los sectores desprotegidos que es para ellos. Esto no hace más que agravar las dificultades de niños y jóvenes que no se están educando como la sociedad del futuro los va a necesitar, de sectores marginados que sigan sintiendo en el alma recelo, envidia, desconfianza, dudas, prejuicios, para ya, al no soportar más su situación, convertir en odio su sentimiento hacia el que vive al lado, al vecino. Cómo no vamos a esperar que haya cada vez más inseguridad, más asaltos, más violencia, si lo que transmiten y pregonan nuestros funcionarios es justamente esto? Querer hacer ver que el vecino va a estar mejor por obras infinitamente necesarias, pero con contratos vacíos de toda transparencia, a los que solamente el oficialismo puede tener acceso y a los que la oposición no puede llegar por incapacidad política, es tratarnos de sometidos. Por qué no podemos incentivar la inversión privada? Será porque en este ámbito ninguna entidad o institución podría escapar al control de una autoridad? O porque podría ser monitoreada por algún ente creado a tal efecto y entonces no habría excedentes para repartir?
¿Necesitamos de inversiones inmobiliarias de orígenes dudosos favorecidas por un blanqueo de capitales, al cual suscriben oficialistas y opositores pero no el vecino común? Desearía que fuéramos muy lejos y organizados adoptáramos medidas para no permitir negociados a las espaldas de los vecinos, y hacerles asumir a funcionarios y concejales las responsabilidades por no cumplir con el mandato otorgado. Porque, si analizo las últimas decisiones de este gobierno que ha contado con el respaldo de “geselinos notables independientes”, resulta que ahora la culpa la tenemos los que vivimos de Boulevard para acá, y terminamos enfrentados con vecinos a los que necesitamos, vecinos que necesitan de nosotros en igual medida. Esa maldita costumbre de dividir para poder reinar!
Debemos exigir respuestas para todos, no sólo para un sector, los vecinos somos un todo, no vecinos pobres y vecinos ricos. Si fueron elegidos y aceptaron el reto, deben buscar soluciones para todos los sectores y a la vez, supongo que se habrán preparado para una carrera política, porque a veces tener un título universitario no alcanza. O ser hábil para aparecer en forma continua en los medios de prensa y ganarse la confianza de comunicadores (cómplices?) tampoco. Hay que fijarse qué tenemos en el corazón, en el alma, para saber si tal Dr. sirve para expresar en el recinto lo que le pasa a su vecino.
Estoy convencido de que es casi la última oportunidad que tenemos de salir unidos, consolidados, detrás de un proyecto en el que nos respetemos todos y disfrutemos de una calidad de vida superior. Estoy seguro de que ya es tiempo de obtener resultados concretos; en el futuro sería fantástico que los turistas que nos visiten nos recuerden no sólo por nuestras playas y nuestros bosques, sino también, por nuestros jóvenes.
Que sientan sana envidia a nuestra unión, a nuestra organización, a nuestros dirigentes, a la forma en que sorteamos los obstáculos para ser una comunidad solidaria, adulta y responsable.
Eduardo Stivale
Vecino de Villa Gesell
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